sábado, abril 28, 2018

Maratón de Madrid 2018

No he visitado mucho este blog en esta preparación, pero no podía dejar de contar como ha sido mi maratón número 35 y mi 9 MAPOMA.

Como os había contado la preparación ha sido un poco diferente, siguiendo los planes de entrenamiento del club Tigers. 4 días de entrenamiento a la semana, con más series y un nivel de kilómetros ligeramente inferior al que suelo. Un entrenamiento que ha sido bastante variable en cuanto a sensaciones, desde molestias dias en lo que me sentía muy bien o días en los que era incapaz ni de rodar. Sin duda, la carga laboral, una vida un tanto desordenada por mucho viaje y un invierno muy lluvioso y cambiante han tenido mucho que ver con este carrusel de sensaciones.

Las tres medias maratones de la preparación (Fuencarral, Ciudad Universitaria y Madrid) si bien no dieron grandes tiempos si que fueron progresivamente dejando buenas sensaciones. Con esto me planté en la semana del maratón con el objetivo de intentar alcanzar un tiempo entre 3:25 y 3:30. Con una estrategia basada en una primera media un poco más rápida para intentar retener en la segunda parte del maratón.

Con esta estrategia en mente, el domingo fuimos hacía la salida tras una semana pre maratón tranquila.

Con mi hermano Jorge antes de la salida

 A pesar de las múltiples veces que había ido al baño al kilómetro de salir me veo obligado a parar y esto me hace que la subida de la Castellana sea menos suave de lo esperado pero pronto alcanzó el ritmo al que quiero ir los primeros 20 kilómetros alrededor de 4:48-4:50. Corro sólo y mi ritmo es bueno aunque quiza un poco menos suelto de lo que debiera para un maratón.

Aunque la previsión anunciaba lluvia, el día es despejado y caluroso.

Paso la media maratón en 1:42, muy en línea con el objetivo. Pero conforme van pasando los kilometros y sube el calor la soltura va cayendo y el kilometro 29, a a entrada de la casa de campo, marca e inicio del derrumbe. El ritmo cae en picado y la casa de campo se hace eterna. A la salida Pilar me espera con una botella de agua y me paro a beber.

A partir de ahí, ritmo continuo, sufriendo pero por debajo de las expectativas hasta la meta. Este año por primera vez en el paseo del Prado entrando en 3:40:20. Lejos de las expectativas pero satisfecho.

Maratón 35 finalizada