sábado, abril 20, 2013

Boston - Madrid - Chicago

El pasado lunes estaba en una cena con unos cuantos amigos que compartimos esta afición de running cuando los moviles empezaron a sonar: parecía que había habido un atentado en el maratón de Boston. Conmoción, buscando más noticias. Ha explotado cuando entraban los de 4:09, no esta claro que ha pasado...

Este año nadie estaba en Boston (yo espero estarlo el año que viene) pero los whats up de amigos preguntando si había alguien del grupo por alli no pararon. Los que la hicieron calculaban donde les hubiera pillado la bomba despues de la famosa heartbreak hill...

Tras la indignación poco a poco fue apropiandose de mi un sentimiento de sentir violado un espacio personal, casi intimo... el de las maratones. Es inevitable recordar el 11-S, dónde estabamos, y como el volar jamas volvio a ser lo mismo. La triste certeza que nada será igual en los grandes maratones (al menos en los americanos) se apodero de mi.

Hoy parece que los causantes ya estan atrapados y que el integrismo es nuevamente la causa, pero nada será igual ni para los afectados por el atentado (d.e.p.) ni para los que anonimamente disfrutamos de este deporte.






En otro orden de cosas en 8 días estaré corriendo la maratón de Madrid. Los entrenamientos no van mal pero la recuperación muscular es lenta (hoy un compañero me ha hecho caer en la cuenta que será mi 4 maratón en 7 meses...) y la presión por el trabajo es muy grande y todos sabemos que este deporte tiene tanto o más de cabeza que de piernas. Por ello, estoy dispuesto a hacerla para disfrutar sin ninguna pretensión que acabar dignamente mi 21 maratón.



Y el siguiente reto será Chicago. Esta semana ha sido inevitable recibir  preguntas acerca de Chicago tipo ¿y la vas a correr despues de lo que ha pasado? ¿y no te da miedo?... Personalmente no soy ningún temerario pero mi opinión es que ahora más que nunca hay que correrla, pero eso será historia de otro día.


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