domingo, abril 26, 2020

EDP Rock'n'Roll Madrid virtual run o el Amor en los tiempos del colera

Nos ha tocado vivir una plaga adaptada al mundo moderno que habitamos, el llamado Covid-19 nos ha dado una pista de cómo se han debido vivir en el pasado todas estas epidemias. Epidemias que dejaron una profunda huella en nuestra historia (cuantos patronos de ciudades deben su patronazgo a su actuación en la peste u otra plaga), en el lenguaje (el Jesús! tras un estornudo sin ir más lejos) y en la economía. 

En España (por razones bastante obvias pero que no corresponden a este blog) hemos sido fuertemente afectados y hemos sido junto con Italia, el único país europeo donde el deporte al aire libre no ha sido permitido (probablemente porque dada la situación, no nos lo podíamos permitir).

Me ha pillado este Covid-19 a pocas semanas del que era mi reto de primavera: el maratón de París. Tras muchas semanas de preparación y bastante sufrimiento ( el isquio no me ha dejado en paz, y me ha llevado a abandonar por primera vez en mi vida una carrera, la media de Fuencarral), y cuando enfrentas ya la recta final del tapering la noticia de la cancelación del maratón, no por esperada y lógica, deja de ser un mazazo para la moral.

Así el 12 de marzo fue el último día que, sin saberlo, puede correr al aire libre. Así aprovechando que esta cuarentena me ha hecho pasar en casa mi santo, mi cumpleaños y hasta mi aniversario de boda decidí regalarme una cinta de correr. Y desde el 20 de marzo he corrido a diario al acabar mi teletrabajo, son ya más de 300 kilómetros de sufrimiento y adaptación a un medio que no me gusta (nunca me ha gustado correr en cinta) pero que es infinitamente mejor que no poder correr. 

Carreras con sensaciones, que aunque van mejorando, bastante flojas. Dolores musculares, sudor inacabable y ritmos muy lentos. Sensaciones a las que doy gracias cada día por poder tenerlas y por poder aprender de ellas como corredor. La cinta me ha permitido conocer el mundo de los recorridos virtuales (como Zwift) que permite hacer más agradable el entrenamiento, a la vez que es curioso correr virtualmente por recorrido multitud de veces en Londres o Nueva York.

Hoy 26 de Abril, se hubiera tenido que celebrar la maratón de Madrid (a la que estaba inscrito, a la espera de ver cómo recuperaba de París) y como suele coincidir la de Londres. En medio de esta situación la gente de Mapoma ha tenido la buena idea de organizar una carrera virtual coincidiendo con esta fecha para recaudar dinera a favor de Caritas (que como siempre esta apoyando a los necesitados, y que buena falta nos va a hacer con la perspectiva económica que tenemos enfrente como país).

Para mí han sido 15 kilómetros a un ritmo que en otras circunstancias hubiera sido como ir de paseo pero que los he sufrido y disfrutado a la par. Para aderezerlo, los he recorrido virtualmente a traves de Zwift por la ciudad de Londres.

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