Y aunque soy bastante cerebral y trato de no caer en la compra compulsiva de zapatillas, y más porque la experiencia me demuestra que las pruebas se quedan en el armario con menos de 100 km, cada cierto tiempo me voy obsesionando una zapatilla nueva hasta que al final caigo.
Esto me ha pasado con la New Balance 890 v3. Bonitas, ligeras y con buenas referencias de algún compañero con el que en el pasado compartí el amor por las New Balance 1063 y 1064, zapatillas de las que tengo inmejorables recuerdos y con las que corrí muchos y buenos kilometros.
Así que tras varías tentaciones, esta no la he podido aguantar y me comprado unas (en azul como la foto) en Prodirectrun (90 euros puestas en casa, casí 30 euros menos que en Decathlon y más barato que Wiggle otra vez). Pronto os contaré como me siento con ellas, el objetivo es alternarlas con las Vomero sobre todo para los entrenos rápidos.
En este mismo color me las he comprado |
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