domingo, marzo 10, 2013

Razones para creer - A las puertas de Roma

Otra preparación que toca a su fin.

Once semanas completas de entrenos con la mente puesta en el próximo domingo. Y aunque la veterania es un grado y el conocimiento de lo que es un maratón hace que todo sea más natural cuando se acerca la fecha es imposible que no surjan esa magia que nos envuelve a todos los maratonianos. Magía en forma de incognitas, dudas y esas mariposillas en el estomago ante un nuevo reto.

En Roma espero completar mi vigésima maratón (y son unas cuentas) y además de la ilusión del maratón el hecho de pasar unos día en Roma (y compartirlo con mis hijos que no conocen la ciudad) la hacen especial. Coincide además con el inicio de un nuevo papado (como ya he comentado esto puede tener más repercusión en el maratón de lo que parece), lo que como católico no deja de emocionarme.

Vamos que verme en la salida el próximo domingo es un experiencia que seguro quedará en mi retina. Como en todas las maratones el objetivo primordial es acabar, y disfrutando si es posible. No obstante, creo que mi estado de forma es bastante digno (quizas lejos de mis mejores tiempos, pero los 5 kg que he perdido se notan) por lo que la estratégia de carrera será salir a por el 3:25 (salir a 4:50 buscando el 1:42 en la media y ver que pasa luego) para tratar de asegurar el 3:30 que si que me apetecería.

Respecto a la semana, tras el parón por la fiebre de la semana anterior, de más a menos para empezar mi tapering con mucha tranquilidad.

Resumen Semana 11
Para acabar la serie de anuncios que han complementado las entradas en el blog durante esta preparación uno de los anuncios que más me gustan y de los que más disfruto cada vez que veo: Razones para Vivir.


 

La próxima entrada será la 300 de este blog, espero tener cosas bonitas que compartir.

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