sábado, octubre 13, 2012

Adidas Supernova Glide 4. Impresiones

Como os había contado en un post anterior allá para finales de Mayo me compre unas Nike Vomero 7 para sustituir a las Vomero 6 que ya había amortizado (Para competiciones y alguna serie sigo usando las Saucony Kinvara 2 que me traje de NY).

Generalmente cuando les hago 800 km las cambio, aunque se que quiza aún les queden unos kilometros prefiero no arriesgar porque la experiencia me dice que los avisos de desgaste vienen en forma de dolores de rodilla que cuestan eliminar.

Hace un par de semanas mis Vomero llegaron a los 750 km, momento para pensar en su sustitución y así poder compaginar zapatillas nuevas y viejas para una mejor adaptación.

Las opciones barajadas han sido muchas, desde repetir a unas Vomero 7 que me han dado un resultado excelente, pasando por volver a calzarme unas Asics (las Cumulus o las Nimbus tienen buena pinta) o quiza probar unas Adidas. Nunca he probado unas Adidas para correr y la verdad que las referencias son buenas, aunque el Formotion en el talón no me da mucha seguridad (dicen que quita tensión en la rodilla pero desde mi humilde impresión creo que genera tensiones de Torsión a los que no somos muy eficientes).

Despues de muchas vueltas, de mirarlas una y mil veces en los estantes de las tiendas (seguro que todos conoceis esta sensación) me decidí por probar las Adidas Supernova Glide 4. Dicen que quién no se arriesga no gana, y ademas tenía buenas referencias de ella.
Unas supernova Glide 4 como estas pero en gris me compre
  He de decir que las he usado unos 50 km y ya he tomado mi decisión. La amortiguación es buena (tacto más duro que las Vomero pero buena amortiguación) y su adaptación al pie es muy buena, no obstante mis peores temores se cumplieron.

Los contrafuertes bajos y el Formotion del talón no parecieron adapatarse a mi pisada (soy un pronador fuerte pero plantillero por lo que sólo debo usar zapatillas neutras). El primer día tuve pequeños pinchazos en mi rodilla (hacía tiempo que no sufria de ello) aunque lo achaque a que quiza no las había ajustado suficientemente bien.

Las siguientes salidas, con las zapatillas bien atadas, mi pisada me parecía ajena atacando con la parte exterior del pie, y si bien los dolores de rodilla desaparecieron en la zona del Aquiles notaba como rozaba contra el contrafuertes (señal de que mi talón estaba rotando respecto a la zapatilla).

Será cuestión de acostumbrarse, pero mi paciencia se ha acabado cuando este miércoles en un rodaje de 15 km rapidillo he terminado con una ampolla monumental. Y como soy de los que prefiero gastarme el dinero en zapatillas que en Fisios o médicos he decidido retirarlas para usarlas en el gimnasio o donde sea (pero no para correr).

Acto seguido me he comprado otras Vomero 7 (estas en un color más molón que las anteriores)  y creo que he aprendido una lección, aunque no puedo negar que las zapatillas son mi perdición.

Este es el color de Vomero 7 que me acabo de comprar.


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