Otra semana más y los entrenamientos ya se empiezan a parecer a los de un maratón.
Esta semana el aterrizaje en el trabajo ha sido suave lo que ha ayudado a entrar en la disciplina de levantarse pronto para ir a correr.
Se nota que aún faltan fuerzas en cuanto se alargan los entrenamientos o las series pero apunta bien.
Sigue costandome acostumbrarme a entrenar por Madrid donde hacer un recorrido sin cuestas es casi un milagro pero poco a poco los voy usando a mi favor. Aunque el martes tocaba Farklet por pulsaciones y he decir que las cuestas de la Castellana lo descontrolaron por completo. Series de 800 y sesión de gimnasio completaron las actividades entresemana.
El fin de semana doble sesión de casa de campo, el sábado una tapia evitando las cuestas más duras y el domingo 19 kilometros con recorrido variado que al superar los 16 km (la distancia más larga que he corrido en los últimos tres meses) me ha dejado sin fuerzas.
Así la semana que ha llegado justo a los 60km ha quedado:
Martes: Farklet (15 km)
Miercoles: Gimnasio
Jueves: 4km+6x800 rec 130ppm+2km (11.4km)
Sabado: Tapia (15km)
Domingo: 19 km
A nivel de carreras en la preparación, me he inscrito el 28 de septiembre en el 10k de la Semana Naval, cuyo recorrido ya se ve que no es lo que busco (de la Cibeles a Plaza Castilla y para abajo) pero que se le va a hacer.
El peso ya empieza a evolucionar en la dirección correcta y no debería haber problemas para llegar en peso a Valencia.
Y la canción de esta semana (que ya esta incluida en la Playlist Road to Valencia de Spotify cuyo link esta en el lateral de este blog) es Beautiful day. Sonaba el sabado por la mañana en la radio cuando me iba a entrenar y me encanta, simepre me recuerda al maratón de Chicago donde cada año los corredores eligen la carrera que suena en la salida y recuerdo que esta canción la pusieron el año que la corrio Pere (el año que la corrí yo pusieron un insuperable Born to run de Springsteen).
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